jueves, 25 de junio de 2015

DÍA DEL CAMPESINO

Día del Campesino Peruano

 

    

Día del Campesino, el Inti Raymi y la Fiesta de San Juan

Estudiantes del 2 "B" preparando y degustando los ricos Juanes.















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Día del Campesino; la fecha central de la Fiesta de San Juan, la festividad más importante de la Amazonía peruana, y la ceremonia del Inti Raymi en Cusco.

El Día del Campesino reemplazó al Día del Indio, que se conmemoraba desde el 24 de junio de 1930, año en que fue instaurado por el mandatario Augusto B. Leguía, habiéndose escogido esta fecha porque se celebraban los concursos nacionales de música y bailes de Amancaes, lugar al cual el gobernante solía asistir.

El 24 de junio de 1969, cuando el presidente Juan Velasco Alvarado promulgó la Ley de Reforma Agraria cambió, también, la denominación del Día del Indio por el Día del Campesino.

Según la tradición amazónica, cada 24 de junio las aguas de las playas, ríos y lagunas de los departamentos de la selva amanecen purificadas o benditas, gracias al sacrificio del apóstol San Juan. 

Durante esta celebración el potaje típico que saborean la población y los turistas es el famoso juane: un delicioso plato, hecho a base de arroz, gallina, huevos, aceitunas y condimentos, envueltos en hojas de bijao.

Las ciudades de Iquitos, Pucallpa, Tarapoto, Rioja, Moyobamba, Tingo María, Puerto Maldonado y otras, ubicadas a lo largo de nuestra Amazonía, conmemoran a lo grande dicha festividad. 

Este miércoles también se celebra el Inti Raymi, que se recrea, como cada 24 de junio, en la fortaleza de Sacsayhuamán. 

La fiesta (en honor del dios Sol) cuenta esta vez con la participación de más de 1,500 personas, entre actores, bailarines y músicos. 

El Inti Raymi es una ceremonia en la que el Inca, los sacerdotes y el pueblo rinden homenaje al Sol en agradecimiento por las abundantes cosechas, y para que la tierra vuelva a fecundar y continúe brindándoles bienestar a los hijos del Tahuantinsuyo.


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Poema Al Sembrador

De aquel rincón bañado por los fulgores
del sol que nuestro cielo triunfante llena;
de la florida tierra donde entre flores
se deslizó mi infancia dulce y serena.

Envuelto en los recuerdos de mi pasado,
borroso cual lo lejos del horizonte,
guardo el extraño ejemplo, nunca olvidado,
del sembrador más raro que hubo en el monte.

Aún no se si era sabio, loco o prudente
aquel hombre que humilde traje vestía;
sólo sé que al mirarle toda la gente
con profundo respeto se descubría.

Y es que acaso su gesto severo y noble
a todos asombraba por lo arrogante:
¡hasta los leñadores mirando al roble
sienten las majestades de lo gigante!

Una tarde de otoño subí a la sierra
y al sembrador, sembrando, miré risueño;
¡desde que existen hombres sobre la tierra
nunca se ha trabajado con tanto empeño!

Quise saber, curioso, lo que el demente
sembraba en la montaña sola y bravía;
el infeliz oyóme benignamente
y me dijo con honda melancolía:

—Siembro robles y pinos y sicomoros;
quiero llenar de frondas esta ladera,
quiero que otros disfruten de los tesoros
que darán estas plantas cuando yo muera.

—¿Por qué tantos afanes en la jornada
sin buscar recompensa?— dije. Y el loco
murmuró, con las manos sobre la azada:
—«Acaso tú imagines que me equivoco;

acaso, por ser niño, te asombre mucho
el soberano impulso que mi alma enciende;
por los que no trabajan, trabajo y lucho;
si el mundo no lo sabe, ¡Dios me comprende!

»Hoy es el egoísmo torpe maestro
a quien rendimos culto de varios modos:
si rezamos, pedimos sólo el pan nuestro.
¡Nunca al cielo pedimos pan para todos!

En la propia miseria los ojos fijos,
buscamos las riquezas que nos convienen
y todo lo arrostramos por nuestros hijos.
¿Es que los demás padres hijos no tienen?

Vivimos siendo hermanos sólo en el nombre
y, en las guerras brutales con sed de robo,
hay siempre un fratricida dentro del hombre,
y el hombre para el hombre siempre es un lobo.

»Por eso cuando al mundo, triste, contemplo,
yo me afano y me impongo ruda tarea
y sé que vale mucho mi pobre ejemplo
aunque pobre y humilde parezca y sea.

¡Hay que luchar por todos los que no luchan!
¡Hay que pedir por todos los que no imploran!
¡Hay que hacer que nos oigan los que no escuchan!
¡Hay que llorar por todos los que no lloran!

Hay que ser cual abejas que en la colmena
fabrican para todos dulces panales.
Hay que ser como el agua que va serena
brindando al mundo entero frescos raudales.

Hay que imitar al viento, que siembra flores
lo mismo en la montaña que en la llanura,
y hay que vivir la vida sembrando amores,
con la vista y el alma siempre en la altura».

Dijo el loco, y con noble melancolía
por las breñas del monte siguió trepando,
y al perderse en las sombras, aún repetía:
—«¡Hay que vivir sembrando! ¡Siempre sembrando!...»



Autor:Marcos Rafael Blanco Belmonte


DIA DEL PADRE

FELIZ DÍA A TODOS LOS PADRES
Como no reconocer la labor de los padres para todos ellos un fuerte abrazo, el señor los bendiga y siempre estén cerca de sus hijos que deben ser su razón de vivir.
 




¿QUÉ ES UN PAPÁ….?
Un papá, lo que se llama papá, es una combinación extraña de razón y sentimiento.
Es aquel que sabe orientar y exigir, pero al mismo tiempo sabe amar.
Es aquel que al minuto de haber regañado con severidad, sonríe y guiña el ojo con ternura.
Es el que sabe decir no cuando es lo justo y sabe decir si cuando es lo conveniente.
Un papá zapatea duro cuando cumple su deber y anda de puntillas en la noche cobijando nalguitas y cuerpecitos fríos.
Un buen papá es el que después, de una dura jornada de trabajo, al llegar a casa abraza a sus hijos y se vuelve un niño jugando con ellos.
Un papá es aquel hombre que genera vida, que acompaña y da seguridad ofreciendo una mano firme.
Un papá es un higo que parece duro y espinoso por fuera pero es puro y dulce en su interior.
Un papá es un director de orquesta, es el constructor de un nido, es el maestro de la escuela de la vida.
Un papá es ante todo un hombre con corazón, que sabe señalar el horizonte con optimismo y confianza.
Un papá, un verdadero papá, tiene mucho de mamá, aunque tenga fortaleza de varón inquebrantable.
Un papá es refugio seguro para el hijo que llora y sufre…un papá es aquel que sabe escuchar y alentar a los hijos en las derrotas de la vida.
A los papás se les dedica un día en el año, pero ellos dan todos los días para los suyos.
Son generosos por naturaleza, por voluntad y por amor. Además, un papá nunca muere, simplemente se esfuma para continuar mandando en su recuerdo con sus enseñanzas.
Los papás, son arriesgados, decididos, comprometidos y tenaces.
La vida de los hijos transcurre felizmente a la sombra de un buen papá, como el amigo y confidente que refleja la ternura, la bondad y el amor de Dios – Padre.

Por eso Feliz Día a todos los Padres. Pásenla lindo al lado de la familia.













































































MURILLANAS DE CORAZÓN

MURILLANAS DE CORAZÓN
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