“El maestro es el corazón de la escuela, quien con su
conocimiento, aprecio y preocupación hacia sus alumnos va enseñándoles, día a
día, a vivir en esa pequeña sociedad que es el aula”.
Ser maestro es una de las profesiones más apasionantes;
tiene la virtud de mantenerte siempre joven, porque se renace año a año al
recibir nuevos alumnos. Es un trabajo que nunca es el mismo y cuya mayor
recompensa es ver convertidos, a los que una vez tuviste como alumnos, en
hombres de bien.
En esta fecha tan especial, en que rendimos homenaje a los
maestros, es preciso resaltar el valioso impacto en la sociedad que tiene su
labor diaria en el aula. El maestro es el corazón de la escuela, quien con su
conocimiento, aprecio y preocupación hacia sus alumnos va enseñándoles, día a
día, a vivir en esa pequeña sociedad que es el aula. Allí un niño va
aprendiendo a convivir con los demás; a comprender distintos caracteres y
gustos; a cuidar el orden y limpieza del salón, los patios, y los baños; a
proponer con respeto su punto de vista; a participar en las actividades
escolares; a respetar las cosas de los demás; a pedir por favor; a agradecer.
El ritmo de vida que impone la sociedad de hoy está cargando
sobre los hombros de los maestros aspectos que antes se aprendían en casa. El
maestro además de ser bueno en su curso debe enseñar a sus alumnos modales al
comer, a respetar las reglas, a saludar, a agradecer, a esperar su turno, a
convivir sin violencia. Si queremos forjar una sociedad democrática, justa,
segura, donde todos trabajemos por el bien común, debemos reforzar los
cimientos. Las familias buscan paz y seguridad en el colegio, pero la escuela será
el segundo hogar solamente cuando la familia sea la primera escuela.
Ahora no se puede plantear la formación en virtudes
ciudadanas sin involucrar también a las familias. Los colegios organizan sus
escuelas de padres porque se reconocen como una comunidad integrada por padres
de familia, profesores y directivos, que deben estar unidos en un clima de
confianza, trabajando armónicamente para formar a los ciudadanos que el Perú
necesita.
Estos últimos años hemos visto con preocupación cómo la
actividad educativa va perdiendo prestigio social. Cada vez menos egresados de
secundaria desean dedicarse a la docencia. Para el 2021 se ha proyectado un
déficit de 469.900 profesores en el sistema educativo. Esta cifra, según un
estudio patrocinado por el Ministerio de Educación (2015), incluye los niveles
de inicial, primaria y secundaria.
Por otro lado, la sobrerregulación de la actividad docente
junto con la inseguridad y violencia en nuestra sociedad están llevando a que
cualquier discrepancia sea ocasión de denuncia hacia el maestro y el colegio.
Este alto riesgo hace que un maestro se inhiba de corregir o poner orden en
clase, y se limite solamente a instruir, perdiendo el niño lo más valioso que
puede recibir de su maestro: la formación socioemocional que le permitirá ser
buen ciudadano. Esta formación socioemocional será posible solamente si en los
colegios se cultiva un clima de confianza y respeto hacia el maestro.
Poema al
maestro
Viviendo
entre otras vidas, olvida su propia vida,
destruyendo
las tinieblas de la ignorancia gana su guerra,
su mayor
paga son las respuestas de sus alumnos,
reír con
ellos es su mayor goce.
Aunque
triste esté, sonriente se le ve
la imagen
más perfecta de comprensión y amor.
Su tiempo lo
regaló y nunca lo discutió.
Unos lo
quisieron, otros lo olvidaron
Más él
siempre los quiso a todos.
Ahora, lento
camina, el viento lo vence
y su voz ya
no luce galante como cuando les leía.
Sentado
esta, mirando el cielo, sus ojos se cierran,
su mano cae
y deja libre una hoja de papel.
La ultima
nota escrita, el viento la entona
y la impulsa
sobre la corriente de un río.
Me llevo el
gran triunfo de saber que ustedes,
mis hijos,
mis alumnos queridos,
representan
en cada gesto, en cada andar, en cada vibración
pedazos de
mí espíritu
que ahora ya
son hombres seguros,
con ideales
firmes y honestos.
Si algunos
se pierden en esta rueda que es la vida,
volveré en
la frase de un amigo, en la mirada de un niño,
en el
entrecejo de un padre, o la caricia de una madre,
y te haré
recordar, cual es tú ‘camino’.
"FELIZ DÍA MAESTRO"
Festejo al maestro de parte del Personal Administrativo
Ceremonia Central por el Día del Maestro
Almuerzo de Confraternidad
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