Los orígenes del Señor de los Milagros se remontan al siglo XVII en Lima, cuando un fuerte terremoto sacudió la ciudad y la imagen del Cristo crucificado pintada en una pared quedó milagrosamente intacta. Este evento se considera el punto de partida de la devoción al Señor de los Milagros.
La historia del Señor de los Milagros se remonta al siglo XVII en Lima, Perú, y está envuelta en misterio:
Se cree que la imagen del Señor de los Milagros fue pintada por un esclavo angoleño en un templo improvisado en el barrio de Pachacamilla.
En 1651, la imagen fue registrada por primera vez.
En 1655, un terremoto destruyó gran parte de la ciudad, pero la imagen del Cristo crucificado pintada en una pared de adobe quedó intacta.
Los devotos consideraron este hecho como un milagro y la veneración al Cristo se extendió a toda la capital.
Se construyó un nuevo templo para albergar la imagen, que se inauguró en 1671.
La procesión de la imagen del Señor de los Milagros se considera una de las manifestaciones religiosas más grandes del mundo.
La imagen del Señor de los Milagros se encuentra en el Altar Mayor del Santuario de las Nazarenas de Lima.
En 2005, el Vaticano y el Arzobispado de Lima designaron al Señor de los Milagros como Patrón de los Peruanos Residentes e Inmigrantes.
La festividad del Señor de los Milagros se celebra principalmente en octubre, por lo que se conoce a este mes como el mes morado.
Se desarrollan actividades por el mes del señor de los Milagros, donde participan todos los directivos, docentes, administrativos y estudiantes.
HIMNO AL SEÑOR DE LOS MILAGROS
tus fieles devotos, a implorar tu bendición.(bis)
Faro que guía, da a nuestras almas
la fe, esperanza, la caridad,
tu amor divino nos ilumine,
nos haga dignos de tu bondad.
Señor de los Milagros, a Tí venimos en procesión
tus fieles devotos, a implorar tu bendición.(bis)
Con paso firme de buen cristiano
hagamos grande nuestro Perú,
y unidos todos como una fuerza
te suplicamos nos des tu luz.
Señor de los Milagros, a Tí venimos en procesión
tus fieles devotos, a implorar tu bendición. (bis)
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