Himno a las Madres
Madre mía tu nombre bendito
es un canto de gloria en mi voz;
es poema que en mi alma va escrito
por la mano divina de Dios.
Resplandezca tu ser adorado
en su dulce santuario, el hogar,
donde el culto de amor acendrado
de tus hijos te erige un altar.
Celestial devoción, madre mía,
es la que hoy de mi pecho feliz
lleva al tuyo la fresca alegría
de los lirios que enjoyan mi abril.
Madre bella, perduren los lazos
que me ligan a ti, con fervor;
y me ofrecen un nido en tus brazos
y en tus ojos un cielo de amor.
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