Día Mundial del Árbol
01 de septiembre: Día Mundial del Árbol. En 1840
Suecia fue el primer país del mundo que instituyó un día dedicado al árbol. Era
la muestra de la toma de conciencia ante la importancia que tienen los recursos
forestales, además de un compromiso por el cuidado de los árboles.
En 1840, Suecia fue el primer país que instituyó un
día dedicado al árbol, el cual posteriormente fue instaurado por el Congreso
Forestal Mundial celebrado en Roma en 1969. El objetivo es tomar conciencia su
vital importancia, además de un compromiso por el cuidado y preservación de los
bosques. En el Amazonas, de los 6 millones de kilómetros cuadrados repartidos
entre ocho países (Brasil y Perú poseen la mayor extensión seguidos de
Colombia, Bolivia, Ecuador, Guyana, Venezuela y Surinam) hay un total de
390.000 millones de árboles de más de 16.000 especies diferentes
aproximadamente.
A lo largo de su historia, el hombre existe ligado
a la naturaleza y esta estrecha relación asume un especial significado con los
árboles. En esta concepción el árbol asume la representación de una vida que
genera vida tanto individualmente como a
través de sus bosques. Basta recordar algunas de las funciones que cumplen:
purificar el ambiente al oxigenar el aire, absorber gases contaminantes,
proporcionar sombra, mejorar sectores erosionados, humedecer el ambiente,
reducir el ruido, temperar el lugar donde se encuentran, poseer propiedades
medicinales, producir alimentos y múltiples recursos, ser el hogar de diversos
animales; todo ello sin olvidar su peso económico y el lugar simbólico que
ocupa en numerosas culturas tradicionales.
Cada árbol es una pieza clave para el desarrollo
sostenible y ello gracias a su característica particular de ser un complejo
ecosistema que mantiene a numerosas especies de invertebrados, como insectos,
arácnidos, miriápodos; y vertebrados, como aves, reptiles y mamíferos; quienes
encuentran en éste su alimento, hogar o refugio. Además, sobre su corteza
crecen hongos, líquenes y plantas parásitas, las cuales se nutren de su savia;
mencionando también a las epifitas, las cuales crecen sobre ellos, como es el
caso de las lianas. Asimismo, entre sus raíces abundan las larvas de los
insectos, gusanos que viven en el subsuelo, los ácaros y los roedores.
Por otro lado, el árbol tiene un importante valor
económico para el hombre, ya que de éste obtiene distintos materiales
comercializables. La madera se utiliza para la construcción, su pulpa permite
la confección del papel, además proporciona el corcho, las resinas y el látex
como el caso del caucho, las gomas, los barnices, el tanino y la cola. A todo
lo anterior, hay que sumar la importancia de los árboles frutales. Por ejemplo
tenemos al árbol de la manzana, el cual en su forma silvestre posee un fruto
pequeño y amargo, pero el hombre ha creado más de mil variedades, con frutos
mucho más grandes y dulces.
En consecuencia, es muy importante celebrar este
día como un llamado para volver la mirada a los árboles a través de educación y
formación a fin de valorar su importancia más allá de las variables económicas.
Educar para un cambio, donde el hombre forme parte de un ecosistema que
involucre a toda la naturaleza, y donde el bienestar de todos sus componentes
nos llevará a mejorar la calidad de vida, y frenar así la destrucción del planeta
y de nosotros mismos.
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